Según los resultados preliminares del estudio realizado en 2010 por la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras en Níger, se observó un descenso de hasta el 50% de las tasas de mortalidad en grandes grupos de niños, tras haber recibido suplementos nutricionales de alto valor nutritivo.
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La desnutrición debilita el sistema inmunológico, exponiendo a los niños a un mayor riesgo de muerte por otras enfermedades, como la malaria, infecciones respiratorias y diarreas. Añadiendo un suplemento nutricional de calidad a un paquete asistencial básico que incluya vacunaciones, tratamientos efectivos y prevención de las enfermedades más letales en la primera infancia, se acelerará la lucha contra la mortalidad infantil.
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